Alimentación con leche de animales. Loba, Rómulo Remo. Juegos Olímpicos. Sello, Mozambique 1985
Loba capitolina amamantando a Romulo y Remo, Tito Livio. Juegos Olímpicos Roma. Michel B18.
Dimensiones: 86 x 90 mm.
Lupam sitientem ex montibus, qui circa sunt, ad puerilem vagitum cursum flexisse; eam summissas infantibus adeo mitem praebuisse mammas. (Una loba sedienta de los montes cercanos se desvió hacia el llanto de los niños y, con mansedumbre, se inclinó sobre ellos y les ofreció sus mamas).
Esta es la maravillosa (pero increíble) descripción de Tito Livio (59 a.C. a 17 d. C.) en su Ab Urbe Condita (Historia de Roma desde su fundación, 1:4).
Increíble, porque la composición de la leche de cánidos es tan diferente de la de mujer, que los niños hubiesen fallecido en pocos días.
El mismo Tito Livio no concede veracidad a lo que acaba de contar, pues unas líneas más abajo, opina que la leyenda puede deberse al oficio de la mujer del pastor que recogió a los niños (meretriz, prostituta en un lupanar, una “loba”, como decían los pastores).
Lupam sitientem ex montibus, qui circa sunt, ad puerilem vagitum cursum flexisse; eam summissas infantibus adeo mitem praebuisse mammas. (Una loba sedienta de los montes cercanos se desvió hacia el llanto de los niños y, con mansedumbre, se inclinó sobre ellos y les ofreció sus mamas).
Esta es la maravillosa (pero increíble) descripción de Tito Livio (59 a.C. a 17 d. C.) en su Ab Urbe Condita (Historia de Roma desde su fundación, 1:4).
Increíble, porque la composición de la leche de cánidos es tan diferente de la de mujer, que los niños hubiesen fallecido en pocos días.
El mismo Tito Livio no concede veracidad a lo que acaba de contar, pues unas líneas más abajo, opina que la leyenda puede deberse al oficio de la mujer del pastor que recogió a los niños (meretriz, prostituta en un lupanar, una “loba”, como decían los pastores).