Caridad, Anónimo. Mâcon. Fotografía, Francia 2005
Fotografía tomada por Marie Christine Burtin Ollier y José María Paricio Talayero en 2005.
Dimensiones: 1360 x 1917 píxeles
Óleo sobre tela, de 75 x 106 cm, anónimo de final del siglo XVI que representa las tres virtudes teologales cristianas; en el cuadro, de izquierda a derecha: la Esperanza (con el ancla del alma), la Caridad (que presiona sus pechos, derramando con amor su leche y su vida) y la Fe (con el cáliz, la cruz y la palma). Se conserva en el museo de las Ursulinas de Mâcon, Francia.
La alegoría de la Caridad en forma de una mujer amamantando o cuidando a varios niños es muy habitual en el arte, denominándose las obras, en ocasiones, como “Alma Parens” (en latín, madre nutricia o madre protectora).
La Caridad es una virtud cristiana, opuesta al odio y a la animadversión. Es una de las tres virtudes teologales junto con la Fe y la Esperanza. Definida en las palabras de Cristo: “Amarás .. a tu prójimo como a ti mismo” (Mat 19:19 y 22:39, Mar 12:31 y Luc 10:27), San Pablo la equipara al Amor y la define como superior en excelencia a las otras dos virtudes (1Cor 13:13).
Óleo sobre tela, de 75 x 106 cm, anónimo de final del siglo XVI que representa las tres virtudes teologales cristianas; en el cuadro, de izquierda a derecha: la Esperanza (con el ancla del alma), la Caridad (que presiona sus pechos, derramando con amor su leche y su vida) y la Fe (con el cáliz, la cruz y la palma). Se conserva en el museo de las Ursulinas de Mâcon, Francia.
La alegoría de la Caridad en forma de una mujer amamantando o cuidando a varios niños es muy habitual en el arte, denominándose las obras, en ocasiones, como “Alma Parens” (en latín, madre nutricia o madre protectora).
La Caridad es una virtud cristiana, opuesta al odio y a la animadversión. Es una de las tres virtudes teologales junto con la Fe y la Esperanza. Definida en las palabras de Cristo: “Amarás .. a tu prójimo como a ti mismo” (Mat 19:19 y 22:39, Mar 12:31 y Luc 10:27), San Pablo la equipara al Amor y la define como superior en excelencia a las otras dos virtudes (1Cor 13:13).