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Diosa lactante. Madri y Vessantara Budismo Postal China 1990

Diosa lactante. Vessantara, Madri, Kanha, Jali. Budismo. Hong Kong.

Dimensiones: 148 x 87 mm

SeccionPostales
MaterialCartulina
ContinenteAsia
PaisChina
Año1990

“En el camino, los dioses se transformaron ellos mismos en Vessantara y Madri y dieron a Kanha y Jali algo de leche”.
Una de las Jatakas (historias de las vidas anteriores de Buda) más popular es la de la última encarnación del futuro Buda en la persona de Vessantara, el príncipe pródigo, que abandonó todos sus bienes terrenales. Ya de niño regalaba todo a los pobres; de joven regaló el elefante milagroso de su padre sobre el que reposaba la prosperidad del reino por lo que fue desterrado al bosque; antes de partir con su esposa (Madri o Maddi) e hijos (Jali o Jaliya y Kanha o Krishnajina) en un carro tirado por dos caballos, distribuye toda su fortuna, dispuesto a llevar una vida de ascetismo. En el camino regala el carro, los caballos, sus hijos y finalmente su mujer a diversos brahmanes que se lo van solicitando. Afortunadamente el último brahmán es el dios Indra que lo estaba probando, así que le devuelve la mujer, su padre recupera a sus hijos y le perdona.
Vessantara ilustra la concepción budista de la generosidad, la caridad y el desapego.

de

“En el camino, los dioses se transformaron ellos mismos en Vessantara y Madri y dieron a Kanha y Jali algo de leche”.
Una de las Jatakas (historias de las vidas anteriores de Buda) más popular es la de la última encarnación del futuro Buda en la persona de Vessantara, el príncipe pródigo, que abandonó todos sus bienes terrenales. Ya de niño regalaba todo a los pobres; de joven regaló el elefante milagroso de su padre sobre el que reposaba la prosperidad del reino por lo que fue desterrado al bosque; antes de partir con su esposa (Madri o Maddi) e hijos (Jali o Jaliya y Kanha o Krishnajina) en un carro tirado por dos caballos, distribuye toda su fortuna, dispuesto a llevar una vida de ascetismo. En el camino regala el carro, los caballos, sus hijos y finalmente su mujer a diversos brahmanes que se lo van solicitando. Afortunadamente el último brahmán es el dios Indra que lo estaba probando, así que le devuelve la mujer, su padre recupera a sus hijos y le perdona.
Vessantara ilustra la concepción budista de la generosidad, la caridad y el desapego.