El icono es, junto con el mosaico, la principal manifestación pictórica del arte bizantino, heredero del romano y del paleocristiano a partir del siglo VI. Los iconos son retratos de personajes bíblicos hechos la mayoría sobre tabla preparada con yeso, al temple sobre un fondo de oro que simboliza el cielo o forrados de plata. Es arte sagrado cristiano ortodoxo que perdura en la actualidad.

Este icono, traído desde Bucarest por Yasmin Paricio Burtin y James Burke, es una copia al óleo y hoja de metal sobre madera, de un antiguo icono bizantino.