TELASMOS, el Museo Virtual de la Lactancia
Bienvenidos,
La Lactancia es un fenómeno biocultural de la humanidad gracias al cual se transmiten amor, alimento y sabiduría de generación en generación.
Es mezcla de instinto y cultura y por ello ha suscitado el interés de generaciones de artistas y artesanos desde tiempo inmemorial hasta nuestros días.
En los últimos 150 años, con mayor o menor asiduidad, según modas y el valor atribuido a la Lactancia en cada sociedad, la Publicidad, la Filatelia y la Fotografía han reflejado el tema numerosas veces. La Cinematografía, el Humorismo e incluso la Música no han sido ajenos a este fenómeno y, por increíble que parezca, la Numismática (monedas, billetes, medallas) han acabado por reflejar en alguna ocasión la Lactancia.
Para representarla se ha utilizado todo tipo de material: papel, cartón, pintura, piedra, metal, barro, cerámica, plástico….
Les presentamos TELASMOS, el museo de Lactancia. En él les invitamos a ver imágenes de Lactancia en los diversos quehaceres del Arte y la Industria humana.
En las diversas salas o secciones, podrán admirar magníficas imágenes de objetos que, en su mayor parte constituyen la colección de la Dirección del Museo. Se han incluido imágenes cedidas por familiares, amistades y colegas, teniendo todas las imágenes mostradas un sustrato físico real o digital conocido. Una ficha con un breve texto explicativo acompaña a cada objeto.
THELASMOS – Θηλασμός, en griego Lactancia materna, con su prefijo Thelas – θηλή, el pezón y a través de él, lo femenino, viene a hablarnos de ese arte femenino y ancestral de amamantar, siendo nuestro pretexto para homenajear a todas las mujeres del mundo que criaron. A ellas les dedicamos este Museo.
La Dirección del Museo Telasmos
José María Paricio Talayero es Pediatra, Doctor en Medicina y Diplomado en Diseño y Estadística en Ciencias de la Salud. Fundador y coordinador de e-lactancia.org, telasmos.org y APILAM.org. Miembro del consejo médico consultivo de La Leche League Internacional desde 2017. Autor de “Tú eres la mejor madre del mundo” (2013) y “El libro de la lactancia” (2020) y de más de 56 publicaciones en revistas científico-médicas. Fue Jefe de Servicio de Pediatría del Hospital Marina Alta de 1992 a 2012, acreditado como IHAN en 1999. Creó el primer Concurso fotográfico de Lactancia Materna Marina Alta en 1997 para contribuir a normalizar socialmente la imagen del la mujer amamantando.
Marie-Christine Burtin Ollier
Licenciada en Letras Clásicas, Universidad de Lyon II (Francia). Diplomatura Universitaria de Enfermería, Universidad de Valencia. Máster en Ciencias de la Familia.
Instrucciones de uso
En la pantalla principal:
Aparecen las imágenes de los objetos del museo en orden aleatorio. Se pueden ordenar por año (de modo ascendente o descendente) en la casilla de orden, arriba a la derecha.
Poniendo el cursor sobre una imagen aparece sobre la misma un breve resumen.
Para ver en detalle los objetos: clicando en la pantalla principal sobre una imagen se expone el objeto con su catalogación, explicación e imagen agrandada. Clicando sobre la imagen del objeto aparece amplificada en el centro de la pantalla y, si tiene más de una imagen, se pueden visualizar con las flechas a la izquierda y derecha de la imagen o con los botones debajo de la imagen. Desde cualquiera de los cuadros de catalogación se puede clicar para elegir un tema, sección, material, continente o país para ver otras imágenes similares.
Filtros: Desde la pantalla principal pueden pulsar el botón explorar para obtener un menú que permite filtrar las imágenes por tema, sección, material, continente, país o año, de modo aislado o combinado, además de poder elegir cualquier término, por ejemplo: Rubens, Bernardo, Picasso, caridad, piedad, París…
Al acabar el paseo, hay que clicar sobre el botón Borrar filtros (abajo de todo del Menú) para volver al inicio del museo.
En las páginas “Sobre Telasmos”, “Aviso legal”, Politica de privacidad” o “Cokies” pulsando sobre el icono TELASMOS que aparece a la izquierda, tanto arriba como abajo de las páginas, vuleven a aparecer las imágenes del museo.
Pasen a la sala (Sección) o Tema de su interés, y disfruten.
Secciones y Temas
SECCIONES
Documentos, folletos sanitarios y Libros
Numerosos documentos hacen referencia a la lactancia materna. Las facturas del pago a nodrizas, las cartillas de seguimiento de lactantes en los dispensarios «Gota de leche», etc.
Innumerables folletos y carteles propagandísticos, educativos o divulgativos de apoyo a la lactancia han sido editados por diversas administraciones de salud, organismos sanitarios y grupos de apoyo a la lactancia.
Aparecen relatos e imágenes en libros especializados en el tema de lactancia, el nacimiento y la maternidad, en libros que cuentan historias, teorías y mitologías en las que interviene la lactancia materna, y en novelas gráficas, tebeos o cómics en los que incidentalmente, en algún pasaje de la trama, aparece la lactancia. Estos libros pueden ser tan antiguos como los de la Biblia o la misma Odisea.
Escultura
Hay un amplio rastro figurativo de la lactancia en la estatuaria: desde las primitivas diosas de la fertilidad, pasando por las diosas-madre del mundo grecorromano y las representaciones cristianas de la Virgen María amamantando, hasta las modernas estatuas y representaciones no religiosas de la maternidad.
A resaltar las maternidades africanas. El tema de la maternidad es universal en el arte del África negra y se expresa o se conserva fundamentalmente en forma de figuras o estatuas de diverso tamaño, generalmente talladas en madera, pero también de barro cocido y de bronce a la cera perdida. Las estatuas de maternidad africanas no suelen expresar lazos afectivos entre madre e hijo, ya que simbolizan la fertilidad de las mujeres y de la tierra, pertenecen al dominio de lo sagrado y con frecuencia se exponen en un altar.
Filatelia
La filatelia tardó en incorporar imágenes de lactancia durante más de 50 años de su historia inicial. Empezamos a ver sellos con madres lactantes en Europa en los años 30 del siglo XX, obedeciendo unas a motivos de protección materno infantil entre las dos guerras mundiales (la morbilidad y mortalidad en lactantes alimentados con fórmulas artificiales eran elevadísimas) y otras simplemente, a la representación de pinturas de tema religioso, muchas veces en series dedicadas a la Navidad.
El tema navideño de la Virgen de la leche predomina en las filatelias de todo el mundo cristiano o de colonias cristianizadas y, salvo excepciones tempranas de los años 70 en países africanos, hay que esperar a los años 80, con la campaña GOBI de OMS y UNICEF en pro de la Supervivencia Infantil, para ver una multitud de sellos dedicados a la lactancia pertenecientes a series dedicadas a los cuatro objetivos de dicha campaña definida por sus iniciales en inglés: Growth monitoring (control del crecimiento), Oral rehydration (rehidratación oral), Breastfeeding (lactancia materna) e Immunization (vacunación).
Esta campaña, gestada entre 1979 y 1982 y lanzada en 1983, fue posteriormente ampliada a GOBI-FFF: GOBI + Family planning (planificación familiar), Food production (producción de alimentos) y Female education (educación de las mujeres). Muchos países editaron sellos conmemorativos de todo el programa (4 sellos GOBI o 3 FFF) o parte de él entre los años 1985 y 1989.
También hay sellos con pinturas de tema laico y de promoción de la lactancia fuera de la campaña de la OMS.
Incluimos en esta sección la Erinofilia. o “viñetofilia” conjunto de etiquetas, estampillas, viñetas o sellos publicitarias con la misma forma que los sellos, pero sin valor postal.
Fotografías
En esta sección se exhiben fotografías sobre lactancia materna no incluidas en la sección de postales.
Desde su inicio, la fotografía documenta la lactancia, tanto con imágenes de estudio como domésticas, anónimas, realizadas muchas veces por familiares. Son numerosas las lactancias captadas por fotógrafos profesionales y aventureros que desde finales del siglo xix hasta nuestros días, desde Zagourski a Salgado, parten con sus cámaras a recónditas regiones de África, América Latina o Asia.
Las fotos han sido tomadas personalmente o donadas por familiares, amistades, colegas de trabajo o personas cecanas, y realizadas durante viajes por vacaciones o motivos de trabajo. También se incluyen fotografías, profesionales o no, adquiridas.
Los motivos fotografiados incluyen obras de arte (estatuas, pinturas) y mujeres amamantando.
Se las presentamos ordenadas en galerías según el país de origen del motivo fotografiado y el año en el que se tomó la foto y, en su caso, el autor de la misma.
Ilustraciones, carteles y pintura
En la sección ILUSTRACIONES les presentamos láminas, ilustraciones y grabados, generalmente procedentes de libros, revistas y periódicos.
En muchos casos las ilustraciones han sido adquiridas sin el libro o revista original.
En otras disponemos del libro al que pertenece, en cuyo caso lo hemos referenciado (autor, título, tomo, editorial, ISBN y página de la ilustración) para facilitar que pueda ser encontrado en bibliotecas o librerías especializadas.
Podrán comprobar que constituye, esta, una de las secciones más interesantes desde el punto de vista artístico y cultural.
CARTELES
PINTURAS. En esta sección les presentamos toda una serie de cuadros (óleos, acuarelas, acrílicos… ) originales.
Numismática, monedas y billetes. Medallística.
Por sorprendente que parezca, ha habido algún que otro país que ha editado monedas y billetes de curso legal con preciosas imágenes de lactancia.
No podemos olvidar la enorme acuñación de monedas del imperio romano con la representación de la loba amamantando a los fundadores mitológicos de Roma.
Además de alguna que otra medalla religiosa, también hemos encontrado medallas y medallones conmemorativos de acontecimientos diversos, sea familiares, sociales, comerciales o sanitarios, muchas de ellas de autores de finales del XIX a principios del XX, pertenecientes al movimiento artístico del Art Nouveau.
El Art nouveau (modernismo, modern style, liberty, Jugendstil, floreale) es un movimiento artístico que surge en Bélgica y Francia, floreciendo entre 1893 y 1905. Fue sobre todo un nuevo estilo decorativo aplicado a artes menores: mobiliario, joyería, grabado, vidrio, cerámica, carteles y decoración arquitectónica. En España, Gaudi lo aplica estructuralmente a la arquitectura.
Pasen y disfruten contemplando esta sección que, aunque parca en representación, es extremadamente interesante.
Cartas postales y estampas
En 1869 la administración de correos austro-húngara, edita las primeras cartas postales, destinadas a una correspondencia abierta y a bajo coste. En Francia, el anverso, inicialmente utilizado para escribir la dirección, es rápidamente ocupado por ilustraciones, generalmente publicitarias, y a partir de 1891 por imágenes fotográficas.
Su bajo coste, la mejora de las técnicas de impresión (invención de la fototipia), el aumento de la alfabetización, la publicidad comercial y el incremento del turismo, contribuyeron al enorme éxito de las postales.
Les presentamos en esta sección del Museo, una colección de cartas postales con imágenes de lactancia, que podemos agrupar en varios tipos principales:
- Postales de arte religioso con la Virgen Maria y el Niño como máximos exponentes,
- Postales de arte no religioso,
- Postales de corte étnico,
- Postales publicitarias comerciales,
- Postales de las administraciones para la promoción de la Salud,
- Postales humorísticas.
Hay también una pequeña colección de estampas, la mayoría de corte religioso
Que pasen un buen rato en esta sección del museo.
Otros objetos
En esta sección se agrupan objetos varios como broches, calendarios, camisetas, estampas, papel secante, pines, sacaleches, tarjetas telefónicas, tarjetones publicitarios…
En el medio audiovisual podemos encontrar vídeos, películas, canciones en los que la lactancia aparece como tema monográficos, en noticiarios, programas televisivos y documentales en los que se trata el tema. Hay también toda una serie de películas de ficción en las que aparecen incidentalmente escenas de lactancia.
TEMAS
Diosa Madre
Diosas Madre Prehistóricas
Se trata de una hipótesis arqueológica según la cual habría habido un culto generalizado a la fertilidad y fecundidad que, desde el Paleolítico superior (30.000 a 20.000 años a. C.), pasando por el Neolítico (10.000 a 2.000 años a. C.), habría alcanzado los tiempos históricos.
Su expresión principal serían los millares de imágenes y estatuillas de representación de la deidad, con formas femeninas en las que se resaltan sus caracteres sexuales o nutricios: desde el Paleolítico habrían evolucionado en diversas civilizaciones a la diosa egipcia Isis (Esi: «la que está sobre el trono», «la reina»), las diosas griegas Cibeles (Kybelé, monte de Frigia), Artemisa, Deméter o Afrodita, la Venus romana, Rea en Creta, Kali en India, la diosa china budista de la misericordia y la fertilidad Kuan Yin, Ana o Dana en la Irlanda céltica, la Pachamama con caracteres hermafroditas en los Andes preincaicos, Hine-nui-te-po en Oceanía y tantas otras, que dieron origen posteriormente a otros mitos como Melusina en Francia o la Virgen María cristiana.
El concepto de Diosa-Madre es exhaustivo, contiene todos los contrarios complementarios: esposa y virgen, embarazada y estéril, madre e hija, madre de su padre, creadora y destructora, lo masculino y lo femenino, el principio y el fin… Las sociedades con este culto habrían sido matrilineales y de concepción opuesta al Dios de las religiones monoteístas.
Esta hipótesis surge a mitad del siglo xix de la mano del jurista suizo Johann-Jakob Bachofen, cuya obra El Derecho Materno. El lugar de la mujer en la historia del género humano (Bâl, 1861) defiende, sin ningún criterio histórico-científico, la idea de un matriarcado primitivo anterior a las formas patriarcales actuales.
La hipótesis, casi caída en el olvido, retoma fuerza en 1960 con el descubrimiento de cientos de estatuillas femeninas, algunas que representaban la lactancia, en las excavaciones de Çatal-Hüyük en Anatolia por James Mellaart, y el apoyo decidido de organizaciones feministas muy influidas por la etnóloga californiana de origen lituano Marija Gimbutas, quien defendió una unidad mundial de culto a la Diosa-Madre apoyándose en los arquetipos de Jung.
Desde 1990, esta concepción acientífica y falta de pruebas, integral, uniforme y reductora de la prehistoria y la historia está muy en entredicho.
Diosas Madre romanas de la fertilidad
Ceres y Diana (Deméter y Artemisa griegas, respectiva mente), son las Diosas madre romanas de la fertilidad. Existen numerosas terracotas votivas de fertilidad representando una figura femenina sentada amamantando a gemelos.
Artemis (Consultar en la sección Mitología Griega)
La Pachamama en Sudamérica
La Pachamama, literalmente «madre tierra», es la diosa de la fertilidad de los incas y de civilizaciones anteriores (Chavin, Tihuanaco). Como Diosa-Madre contiene todos los contrarios, entre ellos lo masculino y lo femenino. Su culto, contaminado con el de la Virgen María de los colonizadores, ha pervivido en la cordillera andina de Perú, Bolivia y Argentina. Es representada con frecuencia amamantando, vendiendo alfarería y con bigote.
Mitología Griega
Nacimiento de la Vía Láctea
Heracles (Hércules romano), semidiós por ser hijo del dios Zeus (Júpiter romano) y la mortal Alcmena, es llevado para que mame de la diosa Hera (Juno romana), mujer de Zeus, mientras esta duerme, con objeto de convertirlo en dios inmortal; Hera se despierta sobresaltada, lo aparta y un chorro de leche se es- capa por el firmamento, que crea en el cielo la Vía Láctea y los lirios en la tierra.
Artemis, diosa nutricia
Artemis o Artemisa (Diana romana) es una de las divinidades mayores de los griegos. Hija de Zeus y Leto, como toda gran diosa (Diosa-Madre) es compleja y ambigua, por contener todos los contrarios: virgen y protectora de las parturientas, cazadora bienhechora y cruel. En Éfeso (Asia Menor) se le consagró el Artemision, templo considerado la sexta maravilla del mundo, y allí sus atributos, posiblemente provenientes de alguna divinidad oriental, son los de una diosa protectora de la fecundidad y nutricia cuyo busto presenta numerosos pechos que, cómo no, también han sido interpretados como testículos de toro.
La Ilíada: Hécuba y el pecho de autoridad
En el canto XXII de la Ilíada, Hécuba le pide a su hijo, Héctor, mostrándole el pecho que lo amamantó, que no se en- frente a Aquiles, pues sabe que lo matará. Este tema lo recoge también la mitología cristiana (véase «María Intercesora”)
Otras mitologías no cristianas
Mitología Egipcia: la Diosa Isis
Existen numerosas representaciones de Isis amamantando a Horus. En el antiguo Egipto la lactancia estaba muy bien considerada. Isis y Horus son el antecedente de la tradición artística cristiana de la Virgen María amamantando al Niño Jesús.
Aunque Isis es la más conocida, hay abundantes represen- taciones de otras diosas amamantando, ya sea a sus propios hijos o a distintos faraones.
La leyenda de Ciro II el Grande
Astiages, abuelo de Ciro II el Grande, rey de Media y Persia (556-528 a. C.), mandó matar a su nieto nada más nacer por un sueño que tuvo en el que este le usurpaba el poder. Al encargado de hacerlo, un pastor llamado Mitrídates, se lo impidió Spaco, su mujer, que acababa de tener un hijo muerto, al que cambiaron por Ciro, a quien ella misma crio. Ciro acabó destronando a su abuelo en 550 a. C.
Esta leyenda, narrada por el historiador griego Herodoto, es una de las múltiples variaciones culturales del arquetipo ancestral del padre castrador, autoridad masculina, divina o terrenal, que, temeroso de que le sea usurpado el poder, asesina a hijos, sobrinos, nietos o extraños: Kamsa a Krisna, Cronos a Zeus, Áleo a Télefo, Herodes a Jesús…
El tema de la Caridad romana, en el que una mujer joven amamanta a un hombre adulto, su propio padre, ha sido muy representado en pintura y escultura, desde los frescos encontrados en Pompeya, a ejemplos posteriores, a partir del Renacimiento.
Tiene sus orígenes en dos relatos similares del libro V de Facta et dicta memorabilia (Hechos y dichos memorables) escrito por Valerio Máximo (20 a.C – 50 d.C) hacia el año 30 d.C.:
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- En el primero (5.4.7), una madre condenada a morir de inanición, no muere al cabo de semanas al ser amamantada por su hija que la visita diariamente en la prisión; es perdonada por la autoridades, conmovidas al descubrir la causa.
- En el segundo (5.4. ext. 1), es un padre, Micon o Cimon el que es salvado en idénticas circunstancia por Pero, su hija.
“Idem praedicatum de pietate Perus existimetur, quae patrem suum Mycona consimili fortuna adfectum parique custodiae traditum iam ultimae senectutis velut infantem pectori suo admotum aluit. Haerent ac stupent hominum oculi, cum huius facti pictam imaginem vident ….”
“En la misma consideración se ha de tener la devoción filial de Pero, que a su propio padre Micón, cuando éste sufrió una similar desgracia e igualmente estaba confinado en prisión con una edad muy avanzada, lo amamantó, acercándolo a su pecho como un bebé. Los ojos de los hombres quedan fijos y estupefactos cuando contemplan un cuadro sobre este tema …”En este tema, que ha sido puesto como ejemplo de devoción filial, lo terrible de la condena intenta obviar las connotaciones erótico-incestuosas del hecho.
Temas relacionados con la Lactancia de adultos: Lactatios de San Bernardo y de otros santos y beatos como San Fulbert, San Pedro Nolasco, beato Alain de la Roche o Santo Domingo de Guzmán. Leche materna sanadora (leyenda de la lactancia de Fray Bartolomé de las Casas). La Caridad romana. Piedad filial del confucianismo.
Puede relacionarse en otros contextos culturales y/o con diversas lactancias de adultos como las Lactatio de San Bernardo, San Pedro Nolasco, San Fulbert o del beato Alain de la Roche, la Piedad Filial del confucionismo y la Leche sanadora de adultos enfermos como la leyenda de San Bartolomé de las Casas.
La India: Putana, nodriza envenenadora de Krişna
Cuenta el Mahābhārata (epopeya en sánscrito de entre el 200 a. C. y el 500 d. C.) que Kamśa, un tirano de Mathurā, a causa de un oráculo que pronosticaba que sería asesinado por un sobrino, mataba a todos los hijos de su hermana nada más nacer. El dios Vişnú se encarnó en Krişna, el séptimo sobrino, y logró ser ocultado y criado por un pastor y su esposa Yaşoda. Cuando Kamśa lo supo, envió a la diabla giganta Putana, que, disfrazada de nodriza, untó sus pechos con un veneno, pero Vişnú-Krişna mamó sin que el veneno le hiciese efecto y, además de la leche, absorbió el alma de la diabla, que murió. De mayor, Krişna, mataría a su tío.
Krişna, (el negro, el oscuro), encarnación del dios Vişnú, es el garante del mantenimiento del mundo en la religión hinduis- ta. Es venerado como niño, como dios del amor, como héroe y como semidiós. Sus santuarios más famosos son el de Mathurā y el de Jagannātha en Puri.
Piedad filial del confucionismo
Es una de las cuatro virtudes fundamentales, y quizá la mayor del confucionismo chino, junto con la sinceridad, la bondad y la corrección. Expresa el amor y respeto que se debe a los padres sobre todas las cosas. Esta devoción se lleva a extremos tales que hacen que el hijo les deba obediencia toda su vida, y llega a situaciones como la representada con cierta frecuencia en el arte chino: una mujer joven amamantando a una anciana, su suegra, quien por falta de dientes ya no puede comer, mientras que el hijo y nieto respectivamente de ambas protesta por el robo de su alimento.
Otros temas relacionados: Lactatio de san Bernardo, Caridad romana y Leche sanadora
Diosas de la misericordia orientales:
Kuan-Yin, diosa de la misericordia budista
Kuan-Yin o Kwan Yin es la diosa de la misericordia en el budismo y taoísmo chinos. Su nombre significa «la que escucha los lamentos del mundo».
Cuenta la leyenda que la diosa, viendo que los hombres pasaban hambre porque las espigas de arroz no germinaban bien, se apiadó de ellos y se exprimió los pechos, derramando leche sobre los campos de arroz con tanta fuerza que se lastimó y, tras la leche, le brotó sangre de los pechos. Las espigas florecieron: de la leche salió el arroz blanco y de la sangre, el arroz rojo. Los hombres no volvieron a padecer hambre.
Pese a este relato y a que una de las letanías dedicadas a ella dice «Salve, la que amamantó los campos de arroz», no hay imágenes de Kuan-Yin alusivas a esta leyenda, ya que se la suele representar como una serena y elegante dama vestida de blanco, de pie o sentada y, en ocasiones, con múltiples brazos.
Una imagen probablemente inspirada en este mito es la obra en madera policromada del pintor Georges Lacombe, Isis, de 1894, que se conserva en el museo parisino de Orsay.
Bambarazón, diosa de la misericordia en Borneo
Es la misma leyenda que la de Kuan-Yin, pero en la tribu de los Rungus, en Sabah (Borneo).
Maternidad africana
El tema de la maternidad es universal en el arte del África negra. Las estatuas de maternidad africanas no suelen expresar lazos afectivos entre madre e hijo, ya que simbolizan la fertilidad de las mujeres y de la tierra, pertenecen al dominio de lo sagrado y con frecuencia se exponen en un altar.
Entre los Yoruba y otras etnias, el lado izquierdo del cuerpo tiene relación con lo sagrado: en muchas maternidades del África negra, el niño mama del pecho izquierdo.
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Mitología cristiana
La Caridad Cristiana
La alegoría de la caridad en forma de una mujer amamantando o cuidando a varios niños es muy habitual en el arte, y en ocasiones las obras se denominan «Alma Parens»: «madre protectora».
La caridad es una virtud cristiana, opuesta al odio y a la animadversión. Es una de las tres virtudes teologales, junto con la Fe y la Esperanza. Definida en las palabras de Cristo: «Ama- rás […] a tu prójimo como a ti mismo» (Mat 19:19 y 22:39, Mar 12:31 y Luc 10:27), san Pablo la equipara al Amor y la define como superior en excelencia a las otras dos virtudes (1Cor 13:13).
Mitología en torno a la Virgen María:
Las imágenes de la Virgen son una de las expresiones más importantes del arte cristiano. María amamantando representa el aspecto humano de madre que nutre a la divinidad encarnada en un humano, Jesús, y simboliza la Iglesia Católica que alimenta a sus fieles. En siglo xvi la frecuencia de estas imágenes se incrementa extraordinariamente, quizá como reacción a la Reforma protestante.
El tema de María amamantando a Jesús, a santos o a otros personajes bíblicos ha sido representado en diversos estereotipos:
– La virgen de la leche
Desde el primitivo fresco de las catacumbas de Priscila en Roma, pasando por imágenes hieráticas bizantinas y del Románico, suavizadas en el Gótico y alcanzando todo su esplendor y ternura en el Renacimiento y Barroco, son innumerables las pinturas y esculturas de María, sola o con santos y ángeles, amamantando al Niño Jesús.
En ocasiones, el pudor de la obra es tal que o no se ve el pecho o es minúsculo, o surge de entre las ropas implantado en un lugar imposible del tórax. Otras veces es un busto generoso y nada oculto, y hasta hay osadas pinturas como las de la Virgen del chorro de la Leche.
Puede también que el Niño simplemente muestre deseos de mamar o que ya haya terminado y se haya quedado dormido. Pueden estar la Virgen y el Niño solos o acompañados de san José, de santa Ana, de otros santos, de ángeles o con san Juan niño, recordando la alegoría de la Caridad.
Existen numerosos lugares de culto a la Virgen de la Leche a los que las madres acuden para tener más y mejor leche
– La Huida a Egipto. El descaso en la huida a Egipto
En este motivo muy representado en la pintura cristiana, huyendo de la matanza de primogénitos ordenada por el gobernador Herodes, María aprovecha para amamantar, en una pausa en el camino o encima del asno. Según el evangelio de San Mateo (Mat 2, 13), un ángel se apareció a San José ordenándole que huyera con su mujer e hijo a Egipto, ya que Herodes, rey de Judea, sabiendo por los Reyes Magos del nacimiento de Jesús, y temiendo ser destronado por él, lo buscaba para matarlo.
– La Sagrada Familia
Es este un tema muy representado y difundido en el arte pictórico europeo cristiano a partir del siglo XVI (tras el concilio de Trento, contra la Reforma luterana) que tiende a difundir los valores que la iglesia católica pretende implantar sobre la familia cristiana como unidad indisoluble, núcleo del cuerpo social, vertebradora de la Iglesia y del Estado, y asignando a cada miembro un papel predominante (cuidadora y sumisa la madre, proveedor y rector el padre, obediente y piadoso el hijo). La representación mínima consiste en María, Jesús y José en situaciones cotidianas, familia nuclear a la que se añade en ocasiones, la madre de María, Santa Ana, su padre, San Joaquín, San Juanito (Juan el Bautista, primo de Jesús), ángeles y otros santos o personajes y hasta Dios Padre o el Espíritu Santo). El tema puede aparecer de modo aislado o imbricado en el tema de la huida a Egipto.
– María intercesora
La idea cristiana de María Intercesora, la que intercede ante Dios y/o ante Cristo para que tenga piedad de la humanidad, es representada en numerosas pinturas y grabados de los siglos xv al xvii, muchos de ellos dentro del tema del Juicio Final, con la imagen de María mostrando o señalando con la mano su pecho desnudo para recordarle a Cristo-Dios la autoridad que le confiere el hecho de haberlo amamantado y moverlo a la piedad.
Este gesto materno ya fue descrito en la mitología griega (Hécuba y el pecho de autoridad, en La Iliada).
– Lactatio de San Bernardo y de otros santos y profetas
El sorprendente milagro o leyenda de la Lactatio (Lactancia) de san Bernardo ha sido ampliamente representado en la iconografía cristiana: la Virgen María recompensa la gran devoción mariana de san Bernardo (Francia, 1090-1153) de forma ambiguamente casta: exprimiéndose la leche de un pecho para ofrecérsela a chorro al santo, en presencia del Niño, al que sostiene en el brazo libre.
Bernardo (Fontaines-les-Dijon, 1090 – Clairvaux, 1153), noble borgoñés, fue un monje benedictino y cofundador del Císter (reforma-retorno a los orígenes de la orden de San Benito), fundador de la abadía cisterciense de Clairvaux, predicador de la segunda cruzada y aval de los templarios. El último de los «padres de la Iglesia», de verbo exuberante y personalidad arrolladora, fue uno de los hombres más influyentes de su tiempo.
Pero no solo san Bernardo mamó de la Virgen en el imaginario cristiano; hay imágenes en pinturas o vidrieras de santos como santo Domingo o san Pedro Nolasco y de profetas como Moisés o Elías amamantados por la Virgen María.
Temas relacionados: Caridad romana, Piedad filial del confucionismo, leche sanadora.
Jesucristo “amamantando”
De Catalina (Siena 1347-1380), monja dominica y Doctora de la Iglesia Católica, es sabida su gran devoción y amor mís tico por Jesucristo. Ha sido representada bebiendo la sangre del costado de Jesucristo herido por un lanzazo tras su muerte por crucifixión (Juan 19:34), en una imagen que imita claramente el amamantamiento.
El Jesucristo maternal y nutricio de la humanidad de la mística cristiana ha sido ocasionalmente representado con pechos femeninos desarrollados en pinturas que fueron posteriormente retocadas para ocultarlos. Una muy explícita, una vez restaurado el original, es la impresionante Lamentación alrededor de Cristo, de autor anónimo, expuesta en el Museo del Hospital de la Rosa en Lessines, Bélgica.
Lactancia después de la muerte
Lactancia tras la muerte de la madre:
La Difunta Correa
Hacia 1840, en Caucete, provincia de San Juan, Argentina, vivía María Antonia Deolinda Correa, joven felizmente casada y con un hijo de pocos meses al que amamantaba. Su marido fue reclutado por tropas montoneras de la Guerra Civil. An- gustiada por no tener noticias de él, Deolinda partió con su hijo a buscarlo hacia La Rioja por el desierto de San Juan. En el cerro de Vallecito se le acabaron el agua y las fuerzas, y falleció. Unos días después, unos arrieros la descubrieron muerta, mientras que su niño había sobrevivido mamando del pecho de la madre muerta.
Aunque no hay pruebas documentales de estos hechos relativamente recientes, se ha erigido un santuario en honor a la «Difuntita Correa» con múltiples capillas en el cerro de Vallecito, y son millares los peregrinos que lo visitan para pedir favores de todo tipo. Las madres y embarazadas solicitan tener buena leche. Su culto, no reconocido por la Iglesia católica, se ha extendido por Argentina y Uruguay.
La mujer del rey de Marsella
Una historia similar a la anterior es narrada siglos antes en La leyenda Dorada (1261) de Jacobo de la Voragine (1230- 1298): un príncipe de Marsella, de vuelta de una peregrinación a Jerusalén, recoge a su hijo recién nacido, quien, por interven- ción de santa María Magdalena, ha sobrevivido durante meses en un islote del mar Mediterráneo mamando de su madre falle- cida de sobreparto en alta mar en el viaje de ida. Fueron desem- barcados por temor a que la madre muerta les trajese mala suer- te en la travesía. Hay una imagen en el claustro de la catedral de Tarragona, en el retablo de 1536 de la capilla de Santa María Magdalena, atribuido a Francesc Olives.
Lactancia tras la muerte del lactante
«A veces vemos a dos esposos yendo, después de seis meses, a derramar lágrimas sobre la tumba de un hijo, y a la madre verter la leche de sus pechos allí.» Escrito por Guillaume Thomas François Raynal en 1777.
Lactancia compartida, la leche de otra
Lactancia mercenaria
En la mayoría de las sociedades, muchas mujeres han evita- do dar el pecho, confiando sus hijos a la crianza por parte de otras mujeres que recibían un pago por este servicio: las nodrizas o amas de cría. Es una práctica atestiguada desde hace 4.000 años (Código babilónico de Hammurabi), hasta hace unos 50 años, cuando ha sido casi totalmente desterrada por la alimentación con leche de vaca modificada.
El tema de las nodrizas ha generado innumerable cantidad de imágenes en pintura, escultura, ilustraciones y caricaturas, así como una abundante literatura.
Lactancia solidaria
Son conmovedoras las experiencias conocidas de mujeres que amamantan a niños de otras mujeres sin mediar más que la solidaridad y la generosidad, generalmente en circunstancias dramáticas. Algunas de ellas han sido recogidas por la filatelia, como la de Erika Orellana, la policía hondureña que amamantó en la comisaría a un bebé abandonado. Isabel Caro, una mujer sevillana, amamantó a un bebé magrebí llegado en patera a la playa mientras su madre se recuperaba. Mujeres migrantes trabajadoras en España, a falta de leyes que protejan eficazmente sus derechos de maternidad, se turnan para amamantar a los hijos de las que están trabajando… y tantas otra historias anónimas que alguien debería tomar su tiempo en recopilar para que la historia de la lactancia no quede incompleta.
Bancos de leche humana
Los bancos de leche, desde su inicio en los albores del siglo xx, han producido imágenes específicas de lactancia.
La lactancia como deber moral, cívico o patriótico
Desde el siglo xix, cuando gobiernos de cualquier signo se ven necesitados de población para atender la producción económica del país, generalmente tras guerras que han diezmado a la población, hacen uso de todo tipo de presiones ideológicas, morales e incluso punitivas sobre las mujeres, exhortándolas a tener hijos y criarlos sanos. Son numerosos los carteles, folletos y libros en los que se les exige el «sagrado deber de amamantar».
En un poema del francés Jean Rameau (Gaas, Landas, 1858- 1942) una nodriza, mientras da el pecho, se queja de que la amamantada no sea niña, ya que, al menos, no estaría criando a un niño para que lo maten en la próxima guerra.La leche sanadora
Desde la antigüedad se ha tenido la leche de mujer como un remedio para diversas enfermedades del adulto. Plinio el Viejo, en el libro XXVIII, capítulo 21 de su Historia natural, la recomienda para las fiebres y ciertos envenenamientos, para las enfermedades de los ojos, de los oídos y de los pulmones, y para la fatiga en ancianos. En una correspondencia entre miembros de la familia Borja en 1569 se cuenta que una aba- desa de las Descalzas, de dicha familia, ha mejorado de una enfermedad al «mamar leche de muger sin otro mantenimien- to ninguno». La Encyclopédie de Diderot y d’Alambert da por buena la leche materna para tratar el marasmo y la tuber- culosis.
No son raras las historias e ilustraciones de adultos, enfermos o ancianos amamantados con fines curativos. En la noche 372 de Las mil y una noches un rey enfermo de lepra es curado bebiendo un frasco de leche de la reina Yamlika. En Los Incas o la destrucción del Imperio del Perú, novela melodramática de ficción escrita por Jean François Marmontel en 1777, Bartolomé de las Casas, enfermo de muerte, se cura tras ser amamantado por la sacerdotisa inca Cora.
Hoy día, basado en informaciones carentes de rigor científico, hay un trasiego y comercio de leche materna, muchas veces a través de internet, en torno al cáncer y el vigor físico que, además de no ser eficaz para lo que se propugna, tiene riesgos de infecciones y estafa para los consumidores.
Temas relacionados: Caridad romana, Piedad filial del confucionismo, Lactatio de san Bernardo.
Humor y erotismo en la Lactancia
También de la lactancia se hace humor. Chistes y otras descripciones humorísticas con mejor o peor fortuna, tacto y sensibilidad han sido editadas en diversos formatos: artículo periodístico, viñeta de cómic, tarjeta postal, etc.
Hay un ambiguo discurso sobre el pecho femenino, sobre todo en Occidente. Su doble función, reproductivo-nutricional por una parte y erótico-sensual, por otra, es responsable de la mayorÌa de bromas sobre la lactancia.
El malestar que las mujeres pueden experimentar al dar pecho en público está ligado a una actitud sociocultural ambigua al respecto. Pese a la doble función, erótico-sensual y nutricional-reproductora que el pecho de la mujer tiene, la sociedad se decanta por la magnificación del fin erótico en detrimento del otro, llegando en la práctica a censurarlo. Es difícil encontrar en revistas, cine o televisión imágenes de amamantamiento o de un pecho de mujer en otra actitud o con otra finalidad que la erótica.
En 1997 el servicio de Pediatría del Hospital Marina Alta (Alicante) lanzó el primer Concurso fotográfico sobre Lactancia materna como medio de recuperación y promoción de la imagen de la mujer lactando. Este concurso sigue convocándose anualmente por el grupo de apoyo Grup Nodrissa y ha sido madre de alrededor de una decena de concursos similares en diversas autonomías y fuente de una ingente base de imágenes para promoción de la lactancia.
Promoción de la lactancia
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Publicidad
La publicidad no ha sido ajena a la temática de la lactancia materna. Olvidada de publicistas cuando deja de ser frecuente o socialmente apreciada, se recupera en épocas en las que la lactancia se constituye como un valor social en alza. Entonces la lactancia constituye el «gancho» que vende otros productos.
La leche de los animales
Se exponen objetos que tiene que ver, tanto con el tema Alimentación con leche de animales (o Alimentación infantil con leche de otras mamíferas), que podría denominarse “No lactancia” como con el tema Lactancia en animales: escenas de lactancia de otros mamíferos.
Aparecen aquí todos aquellos objetos en los que se hace referencia a modos y medios de alimentación con leche distintos de la lactancia materna, sea de madre o de nodriza.
Se pueden ver imágenes de bebés alimentados con leches de animales, directamente de sus ubres o por medio de biberones, o publicidad de fórmulas artificiales para niños o, lo más cínico: anuncios en los que se ha empleado esta forma de alimentación como estereotipo, dando a entender que es el modo normal de alimentación de los recién nacidos o una alternativa válida e incluso superior a la lactancia natural.
Toda una serie de mitos y leyendas sobre dioses y hombres amamantados por diversos animales son fuente de numerosas imágenes y han acabado por convertirse en realidad desde la segunda mitad del siglo XIX, alimentando a crías humanas con productos derivados de la leche de vaca.
En efecto, en palabras del profesor Bo Vahlquist (OMS, 1981): “… al doblar el siglo se habían puesto los cimientos para la alimentación sistemática de lactantes con leche distinta de la humana […] La alimentación artificial temprana de los lactantes constituye el más vasto experimento sin controles del mundo”.
El dios Zeus amamantado por la cabra Amaltea
Cronos era hijo de Urano y Gea, padres de todos los dioses en la mitología griega. Urano, por miedo a ser destronado, mataba a todos sus hijos despeñándolos, hasta que Cronos, con la ayuda de su madre, castró con una hoz a su padre, que le predijo que un hijo suyo le arrebataría el poder.
Con estos antecedentes, Cronos devoraba a todos los hijos que tenía con su esposa y hermana, Rea. Esta, ayudada por su madre Gea, logró ocultar a su hijo, Zeus, en las grutas del monte Ida en Creta, en donde fue cuidado por la ninfa Adrastea y amamantado por la cabra Amaltea. Rea engañó a su marido presentándole una piedra envuelta en trapos que Cronos tragó creyendo que era su hijo Zeus, quien, cuando creció, destronó a su padre.
Tèlephos amamantado por una cierva
Tèlephos, Télefo, rey legendario de Misia, era hijo de la sacerdotisa Auge, seducida por el semidiós Heracles. Auge era hija del rey Áleo de Tégea; este, al suponer que una peste declarada en la región era consecuencia de la mancilla del templo, hizo abandonar al niño al poco de nacer, pero el bebé no murió por ser amamantado por una cierva, hasta que lo halló un campesino que se lo presentó a Teutras, rey de Misia, quien lo acogió como a un hijo.
No habría sido fácil sobrevivir con leche de cierva debido a su altísimo contenido en proteínas, siete veces superior al de la leche de mujer.
Su leyenda se narra en la Biblioteca Mitológica, texto anónimo de principios de la era cristiana, falsamente atribuido a Apolodoro, erudito ateniense del siglo ii a. C.
Rómulo y Remo amamantados por una loba
Lupam sitientem ex montibus, qui circa sunt, ad puerilem vagitum cursum flexisse; eam summissas infantibus adeo mitem praebuisse mammas (Una loba sedienta de los montes cercanos se desvió hacia el llanto de los niños y, con mansedumbre, se inclinó sobre ellos y les ofreció sus mamas).
Esta es la maravillosa e increíble descripción de Tito Livio (59 a. C.-17 d. C.) en su Ab Urbe Condita (Historia de Roma desde su fundación, 1:4). Increíble, porque la composición de la leche de cánidos es tan diferente de la de mujer que los niños habrían fallecido en pocos días debido a su altísimo contenido en proteínas.
El mismo Tito Livio no concede veracidad a lo que acaba de contar, pues unas líneas más abajo opina que la leyenda puede deberse al oficio de la mujer del pastor que recogió a los niños (meretriz en un lupanar, una «loba», que es lo que significa en latín).
El mito escandinavo de la creación. El gigante Ymer y la vaca nutricia Authumla
Este complejo mito puede resumirse así: de la fusión del hielo primitivo nació una inmensa vaca, Authumla, «la gran nodriza», de cuyas ubres fluían cuatro ríos de leche, con los que se alimentó el gigante Ymer, cuyos restos, una vez muerto, formaron la tierra, el mar, los ríos y la bóveda celeste.
El mito moderno: El libro de la selva
El escritor inglés y premio Nobel de 1907, Joseph Rudyard Kipling (Bombay, 1865–Londres, 1936) en su conocido The Jungle Book (El libro de la selva), de 1894, describe un niño abandonado, Mowgli, criado por una loba. La historia ha sido llevada al cine y universalmente divulgada por Walt Disney.
Tanto la historia de Rómulo y Remo como la de Mowgli están relacionadas con la existencia comprobada de niños salvajes, niños abandonados, sin contacto durante años con humanos y criados por animales (perros, lobos, ovejas, osos…). El abandono debe ocurrir en edades en las que ya no son lactantes pequeños, pues de otro modo no es plausible su supervivencia.
Crianza con cabras
En Cuba hubo toda una antigua tradición de entrenar cabras (chivas) como amas de cría para amamantar a niños pequeños. Eliza McHatton-Ripley huyó con su familia y dos esclavos de la Guerra de Secesión estadounidense, y vivió en Matanzas (Cuba) entre 1865 y 1875 en el ingenio azucarero «Desengaño». En su libro De bandera a bandera (1869) escribe: «Visitando a una familia de nuestra vecindad, el bebé lloraba; inmediatamente entraba una cabra en la habitación, se echaba en el piso en posición conveniente para que el crío obtuviese su alimento, y el bebé aprovechaba la ocasión con tanta avidez como lo hubiera hecho de su propia madre. La cabra, después de haber cumplido su deber maternal, se separaba con cuidado del niño y desaparecía. Una cabra tan bien enseñada es objeto de gran estimación, y pasaba de una familia a otra como criandera mensual».
La leche de cabra, aunque tenida popularmente como más digestiva que la de vaca, comparte con ella una gran similitud de composición, por lo que no es apta tampoco para alimentar a lactantes menores de seis meses.
El asna para alimentar lactantes
La leche de las équidas, yegua y asna especialmente, es más similar de composición a la de la mujer que la de vacas o cabras. Es muy tolerable y fácilmente digerible por el lactante humano, por tener una composición similar de proteínas, aunque al contener mucha menos grasa, tiene también bastantes menos calorías.
Se emplearon asnas en hospicios y hospitales para alimentar a niños abandonados y enfermos, haciéndoles mamar incluso directamente de las ubres del animal, y fueron célebres los vendedores ambulantes de leche fresca de asna por las calles de ciudades europeas y americanas hasta la primera mitad del siglo xx.
Por la menor producción de leche, el menor número de animales y menor docilidad, el comercio y la industria de la alimentación con leche de animales se decantó hacia la leche de vaca.
La vaca triunfante del siglo xx
Pese a las enormes diferencias en su composición, las vacas reunían toda una serie de características (docilidad, reproducción fácil y enorme producción láctea) para que la industria y la química de la segunda mitad del siglo xix se aliasen para conseguir modificaciones de la leche que acercasen su composición a la de mujer, para que fuera tolerable al metabolismo del lactante humano.
La dilución para conseguir bajar el nivel de proteínas y el añadido de azúcar y grasas para compensar su dilución, junto con los avances de Pasteur para limitar el crecimiento bacteriano, fueron piezas clave de un proceso que, debido a factores como la presión de una industria que fue embrión de prósperas empresas de alimentación infantil de ámbito multinacional, el cientificismo de la época, los movimientos sociales de liberación de la mujer y la colaboración, muchas veces interesada, de una clase médica que sí conocía perfectamente la mayor mortalidad originada por esta práctica de alimentación, condujeron a uno de los mayores desastres del siglo xx: el grave daño a la cultura ancestral del amamantamiento.
La cultura de la lactancia ha estado en serio peligro de extinción, con terribles consecuencias para la salud reproductiva de la humanidad, pues la morbilidad y mortandad originados por la alimentación con fórmulas comerciales infantiles son muy superiores a las de la lactancia natural, tanto en madres como en bebés.
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